Esta semana el cine de autor se da la mano con producciones de corte fundamentalmente comercial en la cartelera. Otro elemento llamativo es el retraso con el que nos legan algunos títulos, dejando claro el efecto de la crisis en las empresas de distribución cinematográfica y la inseguridad a la hora de dar salida a algunos títulos por miedo a no captar la atención del público.
De productor musical de películas como “Los Peores Años de Nuestra Vida”, “Two Much” o “Calle 54”, Julio Marti Zahonero pasó a dar el salto como director con los cortometrajes “Apariencias” y “La Victoria de Úrsula”. Ahora debuta en el terreno del largometraje con “La Hermandad”, cine de terror de vertiente clásica, protagonizado por Lydia Bosch, con José Luis de Madariaga y Borja Elgea, cuyo estreno inicial estaba previsto para el pasado mes de noviembre. Bosch interpreta a Sara, una afamada escritora de novelas de terror y misterio, que sufre un grave accidente recibe la atención de La Hermandad, una rama de monjes benedictinos que sigue al pie de la letra unas estrictas normas de pobreza y obediencia en la fría y silenciosa oscuridad de un apartado monasterio. Su pierna ha sufrido un terrible traumatismo y deberá guardar cama en un lugar donde la electricidad o el teléfono carecen de sentido. La curiosidad de escritora de Sara no tarda en despertar con ciertos detalles que llaman su atención. Algo se mueve entre los muros del monasterio. Un oscuro secreto se encierra en su interior. Ahora está a punto de salir a la luz.
Con una media de una película cada 3 ó 4 años, el director Arnaud Desplechin se ha convertido en uno de los nombres imprescindibles del cine francés de las últimas tres décadas. En España hemos podido ver algunas de sus películas, como “Reyes y Reinas” o “Cuento de Navidad”, pero este cineasta lleva rodando cine desde principios años 90. El suyo es un cine inclasificable, siempre buscando historias de diferente calibre, cuyo nexo común es la presentación de personajes complejos e insólitos. Su último trabajo es “Jimmy P.”. Seleccionada para la sección oficial del pasado festival de Cannes y nominada en tres candidaturas a los premios César (mejor guion adaptado, mejor director y mejor película), la cinta narra la historia real de Jimmy Picard, un indio blackfoot que combatió en la II Guerra Mundial en Francia, y que posteriormente fue ingresado en el hospital militar de Topeka, un establecimiento especializado en las enfermedades del cerebro. Jimmy sufre de varios trastornos: vértigo, ceguera temporal, pérdida de audición... Sin causas fisiológicas, el diagnóstico que se impone es la esquizofrenia. La dirección del hospital decide sin embargo pedir la opinión a un etnólogo y psicoanalista francés, George Devereaux, un especialista en culturas amerindias con el que "Jimmy P." establecerá una emocionante e inolvidable relación de amistad a lo largo de varios años que cambiará las vidas de ambos hombres. La cinta está protagonizada por dos actores de la talla de Benicio Del Toro, Mathieu Amalric (actor fetiche de Desplechin), y cuenta también con Gina McKee, Larry Pine, Joseph Cross, y Gary Farmer en roles secundarios.
Neil Jordan es un cineasta irlandés de extensa y excelsa trayectoria, cuya filmografía recoge títulos como “Mona Lisa”, “En Compañía de Lobos”, “Juego de Lágrimas”, “Entrevista con el Vampiro” o “Michael Collins”. Si bien, desde el estreno de “El Fin del Romance” en 1999 su carrera ha perdido la notoriedad de la que gozó en la década de los 90, y estos últimos años su labor ha estado más destinada al medio televisivo con la serie “Los Borgia”, el director ha seguido presentando trabajos interesantes, como “Desayuno en Plutón” y ahora regresa al género fantástico que tan buenos resultados le diera en el pasado con “Bizantium”. La historia está ambientada en el viejo hotel Byzantium localizado en la orilla de un pueblo costero desolado. Después de años de abandono, sus puertas están a punto de ser abiertas de nuevo por la depredadora y seductora Clara y su joven e introvertida hija Eleanor. Dos misteriosas mujeres que esconden un oscuro secreto que se remonta 200 años atrás y que está a punto de llegar a un clímax mortal. Para este nuevo reto cinematográfico, Jordan ha contado con un reparto encabezado por las actrices Saoirse Ronan y Gemma Arterton, a las que acompañan Sam Riley o Barry Cassin.
Jaume Collet-Serra tenía un sueño, realizar un tipo de cine que en España era prácticamente imposible llevar a cabo, cine de género, con un objetivo abiertamente comercial, contando con grandes estrellas y atendiendo a las demandas del público. Para ello emigró a la Meca del Cine, donde poco a poco se ha ido estableciendo como un cineasta competente, que ofrece productos compactos con un presupuesto asequible para los grandes estudios gracias a películas como “La Casa de Cera”, “La Huérfana” o “Sin Identidad”. A la espera de saber si algún día saldrá adelante su visión del “Akira” de Katsuhiro Otomo, su último trabajo vuelve a aliarle con el protagonista de su anterior trabajo, Liam Neeson, quien lleva visos de convertirse en su actor fetiche (ya tienen en marcha una tercer proyecto juntos, “Run All Night”, que se estrenará en febrero del próximo año). Neeson, por su parte, parece haberle cogido, con la madurez, gusto a este esquema de héroe pétreo e imperturbable que tanto éxito le ha reportado desde que protagonizó “Venganza”. En esta ocasión interpreta a Bill Marks, un oficial del ejército norteamericano embarcado en vuelo sin escalas de Nueva York a Londres, quien durante el trayecto comienza a recibir mensajes de texto de un anónimo que amenaza con matar a un pasajero cada 20 minutos si no se cumplen sus exigencias. Junto a Neeson podemos encontrar rostros conocidos como Julianne Moore, Michelle Dockery o la recientemente oscarizada Lupita Nyong'o.
A Wes Anderson le gustan las películas corales, repletas de personajes estrambóticos interpretados por actores de renombre, aderezadas con un humor cargado de ironía y sarcasmo, pero, al mismo tiempo, acicaladas con una cuidada estética retro y naif que nos retrotrae a una época más elegante y honorable. Después de ese precioso cuento infantil, con manzana envenenada, que era “Moonrise Kingdom”, ahora el cineasta regresa a sus fueros más ambiciosos con “El Gran Hotel Budapest”. Aquí, tomando como punto de referencia las experiencias del recepcionista de un famoso hotel europeo en el periodo de entreguerras, y de su amistad con un joven empleado que llega a ser su protegido de confianza, Anderson nos presenta una horda de atípicos personajes, representantes de una sociedad en extinción para narrarnos un conjunto de historias cruzadas entre las que se incluye el robo y la recuperación de un cuadro renacentista de inestimable valor, la lucha por una enorme fortuna familiar, y las lentas –y luego repentinas– agitaciones que transformaron la totalidad de Europa durante la primera mitad del siglo XX. Como es habitual en Wes Anderson, nos encontramos con una pléyade de grandes actores entre los que podemos destacar a Ralph Fiennes, Bill Murray, Jude Law, Owen Wilson, Jeff Goldblum, Tilda Swinton, F. Murray Abraham, Saoirse Ronan, Matthieu Amalric (estos dos últimos haciendo doblete esta semana en cartelera), Adrien Brody, Willem Dafoe, Jason Schwartzman, Harvey Keitel, Jude Law, Edward Norton, Léa Seydoux o Tom Wilkinson. La película fue presentada en la pasada edición del Festival de Berlín, donde obtuvo el Gran Premio del Jurado.