domingo, 29 de abril de 2012
sábado, 28 de abril de 2012
viernes, 27 de abril de 2012
lunes, 23 de abril de 2012
sábado, 21 de abril de 2012
PROYECCIÓN DE “MIDNIGHT IN PARIS” EN AGUERE ESPACIO CULTURAL.
Aguere Espacio Cultural proyectará entre los días 20 y 26 de abril a las 20h la película “Midnight in Paris” dentro del ciclo dedicado a Woody Allen programado para este mes.
viernes, 20 de abril de 2012
lunes, 16 de abril de 2012
domingo, 15 de abril de 2012
viernes, 6 de abril de 2012
“LÓRAX. EN BUSCA DE LA TRÚFULA PERDIDA”. FILIGRANA ECOLOGISTA.
Durante más de cuatro décadas, Theodor Seuss Geisel, más conocido como Dr. Seuss, se convirtió en uno de los más populares y prolíficos escritores e ilustradores de literatura infantil de Estados Unidos. De su pluma surgieron personajes como el Grinch, el Gato en el Sombrero, el elefante Horton o Lórax. Su obra caracterizó por ofrecer imaginativas historias, repletas de colorido, ironía y reflexión, capaces de encandilar a los más pequeños y atraer a los mayores con su sátira sobre el mundo real. En estos libros, Seuss presentaba fábulas morales y didácticas, procurando siempre evitar el adoctrinamiento a los más pequeños, en favor de una educación que llegara a través de la imaginación y el entretenimiento. En el cine sus libros han sido adaptados en multitud de ocasiones, destacando especialmente las versiones animadas para televisión que realizó el artista Chuck Jones a mediados de los 60 y principios de los 70; así como las producidas por DePatie-Freleng justo a continuación. Estas contaban con el visto bueno del escritor y consiguieron replicar a la perfección la estética de los cuentos, ateniéndose al estilo caricaturesco de las ilustraciones que Dr. Seuss había realizado para sus libros. En los últimos años, a tenor del éxito obtenido por la cinta de Ron Howard “El Grinch”, varios han sido los intentos de recuperar a los personajes más populares de su literatura para la gran pantalla, aunque los resultados han sido un tanto irregulares. El caso más logrado fue “Horton”, producida por el estudio Blue Sky para Sony Pictures en 2008. Ahora Ilumination Entertaiment y Universal Pictures, avalados por el éxito en taquilla de “Gru, Mi Villano Favorito”, y siguiendo el modelo presentado por “Horton”, nos presentan “Lórax. En Busca de la Trúfula Perdida”.
Lo primero que hay que decir es que se trata de una película que tiene muy claro las leyes de la industria actual y el público al que va dirigida. Repleta de colorido y dinamismo, la película adapta el estilo de ilustración de Seuss a la tecnología digital e inserta continuamente elementos para sacar partido al sistema estereoscópico. Se potencian los gags físicos en pantalla, para agradar a los espectadores más jóvenes, buscando el humor fácil y rápido y si además éste se conjuga con el 3D, pues mejor que mejor. En este sentido, podemos decir que este apartado visual y de diseño artístico es lo más destacado de la película y que al público infantil le ofrece un entretenimiento de hora y media que les mantiene atento a la pantalla. Se respeta la crítica del cuento original a la destrucción del medioambiente y el consumismo feroz del ser humano, incorporando además un mensaje anticorporativista con la figura del ambicioso empresario O’Hare, enriquecido por vender aire y una ciudad repleta de decoración artificial a los ciudadanos. Sin embargo la necesidad de hinchar la historia original para ajustarse a la duración estándar de un largometraje socava las virtudes de la película. Se desarrolla la historia del joven Ted y su confrontación con el Sr. O’Hare, y se relega a un apartado más secundario al Lórax, que apenas aparece un tercio de película. El ritmo es también bastante irregular. Las escenas físicas (Ted huyendo de la ciudad, Ted yendo a casa del Una Vez para que le cuente la historia de los árboles, Ted huyendo de O’Hare y sus secuaces) son dinámicas, pero interrumpen en exceso la narración; al igual que las canciones que, aunque divertidas en su mayor parte (pero pésimamente dobladas al español), resultan también intrusivas de la narración y excesivas en el metraje. Además se abandona el final abierto del cuento, en favor de un alargado clímax con final feliz, que endulza hasta la diabetes el tono agridulce que buscaba Dr. Seuss y subraya aún más la moraleja, algo que el escritor intentaba evitar en sus relatos, prefiriendo que fueran los niños los que llegaran a ella por sí solos.
En definitiva, “Lórax. En Busca de la Trúfula Perdida” es una cinta entretenida para los más pequeños, pero poco inspirada, en la que se confunde el ruido con las nueces, intentando disfrazar con apabullamiento visual las carencias de un guion que no ha sabido desarrollar el relato original.
“[REC] 3. GENESIS”. GORE NOSTÁLGICO.
jueves, 5 de abril de 2012
BSO. “IRA DE TITANES”. LA SINFONÍA DE LOS TITANES.
Allá por la década de los 30 del pasado siglo, compositores procedentes de la Vieja Europa como Max Steiner, Erich Wolfgang Korngold o Franz Waxman se encargaron de establecer el modelo post-romántico como patrón estándar para la música para el cine, especialmente en la producida en la industria de Hollywood. Si bien con el paso del tiempo, este modelo ha evolucionado, mutado, se ha erradicado y se ha vuelto a instaurar, lo cierto es que a fecha de hoy sigue siendo el que nuestro subconsciente colectivo sigue identificando con la imagen general que tenemos del cine, especialmente cuando hablamos del género de aventuras. Korngold lo bautizó con “El Capitán Blood” en 1935, John Williams lo confirmó en 1977 con “La Guerra de las Galaxias” y Howard Shore lo renovó de cara al público del siglo XXI con “El Señor de los Anillos”.
Precisamente, el éxito de la adaptación de la obra magna de J.R.R. Tolkien se convirtió en el detonante para que en 2010 Warner Bros diera luz verde a la producción de un remake de “Furia de Titanes”, cinta de culto que supuso en 1981 el último trabajo del maestro de efectos especiales Ray Harryhausen. Para esta nueva versión, y después de haber desestimado el estudio la opción de Craig Armstrong (colaborador habitual del director de la película, Louis Leterrier), se escogió al músico Ramin Djawadi, discípulo de Hans Zimmer y a quien poco antes el triunfo en taquilla de “Iron Man” había alzado como un nuevo talento de Hollywood. Este joven compositor echó mano del manual de procedimiento de su maestro y ejecutó una partitura ampulosa hasta lo aparatoso, perfectamente ajustada a las imágenes, pero carente de solidez propia o melodías retentivas que ayudaran al espectador a definir musicalmente a los personajes o la película (curiosamente, sin apartarse de esa hoja de ruta zimmeriana, su labor para la serie de televisión “Juego de Tronos” sí ha resultado mucho más satisfactoria).
Djawadi ha sido, junto con Louis Leterrier, uno de los caídos en el proceso de remodelación de la franquicia de cara a su segunda parte y su sustituto ha pasado a ser el compositor español Javier Navarrete, a quien el éxito de la película de Guillermo del Toro “El Laberinto del Fauno” (por la que fue nominado a los Oscars) abrió las puertas de Hollywood, donde poco a poco se ha ido labrando una prolífica carrera en la industria. Navarrete, de manera más inteligente, ha optado por ajustarse al modelo operístico postromántico empleado por Howard Shore para “El Señor de los Anillos” y ha compuesto una partitura construida sobre el predominio de los leitmotivs. Perseo, Zeus, Ares, Andrómeda, Cronos, incluso monstruos como Quimera o los Cíclopes reciben su propia etiqueta musical, amparados bajo el paraguas de un tema principal sencillo, pero impactante, que nos aporta el tono épico adecuado para la historia. Navarrete recurre a toda la orquesta sinfónica y al coro (especialmente voces masculinas) para engrandecer la música, aunque tampoco duda en introducir dentro de la orquestación algunos instrumentos étnicos que le proporcionan cierto exotismo y sensación de “antigüedad” a la partitura o utilizar elementos de electrónica que aportan una sonoridad irreal y tenebrosa a la película (aunque no es hasta los créditos finales de la película, con el tema “Kronos Megalos (remix)”, que este uso de la electrónica adquiere un papel protagonista).
El resultado es una partitura grandilocuente, poderosa en cuanto a la dimensión de la orquesta y el coro, repleta de temas identificativos y que cumple su función de hacer que el público salga de la sala tarareando el tema principal. No es un trabajo que vaya a destacar por su originalidad, pero sí es un buen ejemplo de las posibilidades y el talento que ofrece un compositor como Javier Navarrete y una excelente oportunidad para seguir escalando posiciones en Hollywood.
miércoles, 4 de abril de 2012
“IRA DE TITANES”. FAMILIA DISFUNCIONAL
En 2010, el estreno de “Furia de Titanes” se convirtió en todo un esperado acontecimiento. En plena moda del cine de fantasía épica, recuperando un clásico del maestro de los efectos especiales Ray Harryhausen, con la moda del 3D digital aún incipiente y novedosa, y avalada por la presencia de actores de prestigio como Liam Neeson y Ralph Fiennes, además de los nuevos chicos bonitos de Hollywood, Sam Worthington y Gemma Artenton, la película supuso una notable decepción para los espectadores que se acercaron a verla. Con un guión insulso y un desastroso empleo del sistema estereoscópico, lo único que logró la película fue despertar la furia del respetable que se sintió estafado hasta niveles titánicos.
Dispuesto a enmendarse, y de paso salvar el futuro de su franquicia (al fin y al cabo, y pese a todo, la película había logrado unos nada despreciables réditos comerciales), el estudio puso inmediatamente en marcha una secuela, “Ira de Titanes”, donde, ahora sí, se optó por rodar directamente en sistema 3D, y no una falsa conversión desde el master bidimensional. Se ha cambiado de director, a favor de Jonathan Liebesman, más amoldable a los intereses del estudio que Louis Leterrier, quien tuvo que sufrir las presiones de los productores en la anterior película, y se apostó por intentar reconducir la historia romántica entre Perseo y Andrómeda (una de las grandes parejas de la cultura occidental, junto con Tristán e Isolda o Lanzarote y Ginebra, pero obviada en la primera parte en favor de Ío, a la que daba vida Gemma Artenton), al mismo tiempo que se quiso potenciar el vínculo emocional entre los personajes masculinos con una historia de relaciones paterno filiales como telón de fondo.
Hay que empezar diciendo que tras el fracaso de “Furia de Titanes”, Liebesman no lo tenía complicado para salvar los muebles en una segunda parte. Ya el punto de comparación no iba a ser la cinta de culto de Harryhausen, sino su penoso remake. Sin embargo, “Ira de Titanes” sigue siendo un quiero y no puedo de “El Señor de los Anillos”. Al igual que sucediera con la primera entrega, el listón y el modelo marcado por Peter Jackson sobrevuela toda la película, sin que la nueva aventura de Perseo pueda acercarse mínimamente al viaje de Frodo. El guión sigue siendo un concadenado de escenas de acción, hiladas pobremente con una trama simplona y torpe, con situaciones que se resuelven de manera caprichosa e inexplicable (por ejemplo, ese momento en que tras intentar utilizar infructuosamente el mapa de Hefesto, Agenor logra llevar a los protagonistas a través del Laberinto de manera intuitiva). Tampoco destaca un desarrollo de personajes burdo y unos diálogos que, en su búsqueda de la solemnidad, caen en el ridículo más espantoso, por mucho que estén recitados por actores del calibre de Liam Neeson o Ralph Fiennes.
A su favor, la cinta cuenta con que las escenas de acción están mejor llevadas que en la primera entrega. El uso del 3D obliga al director a emplear planos más largos y un montaje tradicional, en lugar del uso de planos cortos y montaje rápido de Leterrier. Hay secuencias impactantes y llamativas, como el enfrentamiento con la Quimera, el ataque de los cíclopes o el clímax final, sin embargo, otras como la lucha contra el minotauro o el enfrentamiento entre Perseo y Ares quedan bastante deslucidas. Liebesman subraya cada momento de la película con el sistema estereoscópico, dispuesto a dejar claras las diferencias con su antecedente. Es más, el empleo del 3D es tan marcado que da la impresión de que se ha querido restregar por la cara a los más críticos con “Furia de Titanes”.
A nivel interpretativo, Sam Worthington es tan inexpresivo como en la anterior, Fiennes y Neeson siguen estando infrautilizados, Edgar Ramírez carece de la presencia y la fuerza necesaria para interpretar al Dios de la Guerra, y el Agenor de Toby Kebbell se convierte en un secundario cómico insufrible. Sólo Rosemund Pike resulta reseñable en esta película, logrando aportar intensidad y liderazgo a su Reina Andrómeda, un personaje ampliamente maltratado en la primera parte y que aquí recupera parte del protagonismo que le correspondía.
En general, “Ira de Titanes” se presenta como una cinta entretenida, superior a su antecedente, pero que sigue fallando en aspectos fundamentales como guion o desarrollo de personajes. ¿Conseguiremos finalmente ver una buena película en la anunciada tercera parte, ya en preproducción?
PRESENTACIÓN DE FIMUCITÉ VI
Incólume a los avatares económicos, esta semana la organización, capitaneada como siempre por el compositor Diego Navarro, director del festival, y el productor Pedro Mérida, ha anunciado el programa de la sexta edición de FIMUCITÉ, que tendrá lugar entre los días 7 y 14 de julio de 2012, con el patrocinio del Cabildo Insular de Tenerife, el Gobierno de Canarias y los Ayuntamientos de Santa Cruz y La Laguna.
El centro temático del evento este año, tanto en materia de conciertos, actividades paralelas y proyecciones cinematográficas, será la celebración del centenario de Universal Pictures, convirtiéndose así el festival en la sede de la única celebración oficial que estos míticos estudios norteamericanos tienen previsto auspiciar a escala planetaria. Por esos estudios han pasado algunos de los compositores más importantes de la historia de Hollywood, y esto permitirá hacer un repaso por temas clásicos del cine clásico y moderno, firmados por nombres como Hans Zimmer, James Horner, Thomas Newman o Alan Silvestri, en el concierto de clausura que tendrá lugar el 14 de julio en el Auditorio de Tenerife “Adán Martin”, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Tenerife, bajo la batuta de Diego Navarro. La organización anunció que para la clausura se contará también con un compositor de peso en la industria de Hollywood enviado por el estudio, aún por confirmar.
Otra cita importante dentro del festival será el concierto que tendrá lugar el viernes 13, donde se repasará algunas de las composiciones más famosas del músico James Newton Howard, habitual colaborador de M. Night Shyamalan (“El Sexto Sentido”, “El Protegido”, “Señales”, “El Bosque”) y uno de los compositores de mayor peso en la industria de Hollywood actual (“Diamante de Sangre”, “Soy Leyenda”, “King Kong”, “El Caballero Oscuro”). Este concierto contará con una batuta autorizada por el propio autor para dirigir la orquesta. Se trata de Pete Anthony, quien ha sido durante largo tiempo el orquestador y director de orquesta de las composiciones de Newton Howard en Hollywood.
De manera conjunta al impacto de estos dos acontecimientos sinfónicos, FIMUCITÉ ha confeccionado otros dos importantes conciertos dentro de su programa y que al mismo tiempo servirán para abrir lazos con otros estilos musicales, con un tipo de público diferente y, además, extender las actividades del festival por otros espacios de la isla. Así, como aperitivo a esta semana dedicada a la música para el cine, el día 7 de julio, en el Auditorio Infanta Leonor de Los Cristianos, tendrá lugar la velada de apertura, a cargo del grupo español Presuntos Implicados. Aprovechando que su más reciente trabajo discográfico ha sido precisamente un homenaje a grandes canciones de la historia del cine, el público asistente podrá disfrutar de un acontecimiento que hermanará la música cinematográfica con el pop español.
Por último, fiel a su relación con el emblemático escenario del Teatro Guimerá, el festival ofrecerá el jueves, 12 de Julio un concierto homenaje a la figura del imprescindible compositor Henry Mancini, que correrá a cargo de la Big Band de Canarias. Esta formación, liderada por el saxofonista Kike Perdomo y el guitarrista Yul Ballesteros, recorrerá durante un intenso recital las mejores obras del creador de partituras tan inolvidables como las de “La Pantera Rosa”, “Peter Gunn” o “Hatari!”.
Con este programa de conciertos (y más sorpresas aún por desvelar), FIMUCITÉ mantiene su compromiso anual por la difusión de la música para el cine y el panorama cultural de Tenerife.
lunes, 2 de abril de 2012
“EL CÍRCULO” / “VENENO”. SESIÓN DOBLE CON DIGITAL 104.
2011 y 2012 están siendo dos años importantes para la productora canaria Digital 104. Después de ver cómo su trayectoria ha sido protagonista de sendas retrospectivas (una dentro del marco del Festival de Cortometrajes Playa de Las Américas Arona y otra en el Espacio Cultural Aguere), acaban de completar un ciclo creativo con la presentación este mes de sus dos últimos cortometrajes, “El Círculo” de Eugenia Arteaga y “Veneno” de Jonay García. En un momento en el que los propios miembros de la productora anunciaron durante la presentación de este último encontrarse en pleno proceso de reflexión sobre la evolución futura de la empresa, nos encontramos con dos trabajos que, aunque suene paradójico, pese a su carácter casi antagónico demuestran una coherencia y una profunda preocupación por el tipo de cine que quieren desarrollar como colectivo.
“EL CÍRCULO”. JUEGO DE ROL
El origen del cortometraje “El Círculo” es interesante y poco habitual. Todo comenzó con la incorporación de Eugenia Arteaga a la fundación FUNCASOR y el interés de esta institución en aprovechar la vertiente cinematográfica de su nueva integrante para llevar a cabo un cortometraje que diera visibilidad a las actividades relacionadas con las personas sordas y sus familias. Aunque pensado en un principio como un proyecto externo a la productora, Eugenia contó con el apoyo de sus compañeros, Jairo López, Jonay García y Domingo González para llevar a cabo este encargo y pronto “El Círculo” pasó a integrarse dentro del mecanismo de trabajo de Digital 104.
El cortometraje nos presenta la historia de entre Carlos y Marta. Él es sordo y trabaja como educador en el Centro Asistencial HellenKeller de FUNCASOR. Marta es oyente y trabaja en el Servicio de Intérpretes de Lengua de Signos, SILSE. Pese al cariño que les une, Marta sufre de un bloqueo emocional que le impide compartir con aquellos que le rodean sus verdaderos sentimientos, especialmente con Carlos, lo que pone en peligro su relación. Lo primero que llama la atención de esta película es el interés por parte del equipo en apartarse del formato promocional y panfletario de este tipo de trabajos de encargo por parte de una empresa. Ante todo, el cortometraje se apoya en la historia que quiere contar y en los personajes, mientras que lo referente a la labor de la fundación y la visibilidad que se da a la vida de los sordos y sus familiares actúa como telón de fondo, pero sin imponerse nunca a lo anterior. De esta manera, el espectador accede de manera voluntaria y personal al mensaje que buscaba FUNCASOR y en ningún momento se siente manipulado o dirigido para la puesta en escena de la cineasta.
En un interesante giro temático, más que sobre las dificultades de las personas con discapacidad auditiva, “El Círculo” habla de las barreras comunicativas de los oyentes. El conocimiento de su realidad presenta a los personajes sordos como personas equilibradas y realizadas que han dado un importante paso para integrarse en la sociedad, mientras que aquellos que no tienen cortapisas fisiológicas para comunicarse, como es el caso de Marta, sí encuentran un obstáculo psicológico que les convierte en discapacitados emocionales. En este sentido no encontramos una visión victimista o dependiente de la discapacidad auditiva, sino de una sociedad que aún no ha madurado lo suficiente como para saber cómo lidiar con esta situación.
En el apartado interpretativo se ha querido contar con actores no profesionales, pero sí pertenecientes al entorno que retrata la película. Así los dos papeles principales están interpretados por Carlos A. Valencia y Lorena Plasencia, que comparten algunas características de sus personajes (él es realmente sordo y ella intérprete de lenguaje de signos). En este sentido “El Círculo” se presenta como un indiscutible acierto de casting y de dirección de actores, ya que ambos llevan a cabo sus papeles sin que el espectador pueda apreciar en ningún momento su falta de experiencia ante la cámara, haciendo auténticamente verosímiles a sus personajes y su conflicto dramático.
Finalmente, alabar también la doble labor de Eugenia Artega como guionista y directora, presentándonos una historia entrañable y emotiva, sin caer en sentimentalismos vacíos, gracias a una puesta en escena poética que encuentra una mirada sincera y novedosa al tema que trata.
“VENENO”. EXORCISMO
Con poco tiempo de diferencia tras el estreno de “El Círculo”, el pasado miércoles 28 de marzo se estrenaba “Veneno”, segundo trabajo en solitario de Jonay García dentro de Digital 104, con guion de Eugenia Arteaga. Se trata de una producción que llevó al colectivo cerca de dos años sacar adelante y con la que ha dado un paso más en la progresiva profesionalización que ha demostrado la productora desde su creación en 2005. A nivel técnico les ha permitido rodar con la cámara Red One, acercándose a un formato cada vez más cinematográfico, y en lo interpretativo contaron con el protagonismo de Aida Folch y Pepo Oliva, populares gracias a su participación en series de televisión como “Cuéntame cómo Pasó” o “La Señora”. A estos se sumó un compositor tan establecido en la industria como es Pascal Gaigne, autor de partituras como “Piedras”, “Azuloscurocasinegro”, “Castillos de Cartón”, “Gordos” o “Verbo”. Estos elementos no desmerecen, ni mucho menos, la labor del equipo canario, donde podemos reseñar el siempre espléndido trabajo de dirección de fotografía de Santiago Torres o la fundamental dirección y edición de sonido de Marco A. Toledo.
Lo primero que llama la atención de “Veneno” es su empleo de parámetros genéricos para construir un cortometraje que discurre por otros territorios. Más que una historia de ciencia ficción (justificada por la extraña situación de Adriana y el siniestro proceso médico que debe sufrir) lo que encontramos en la superficie es una cinta de terror, un exorcismo donde la protagonista se encuentra infectada por una sustancia maligna y agresiva que debe ser depurada continuamente de su organismo. El miedo a lo primario, lo extraño, lo que no se puede controlar convierte a la protagonista en una víctima constante del martirio médico, que la mantiene cautiva en una pequeña habitación, con una televisión que sólo emite programas infantiles como ventana al mundo y alivio a su tortura. Existe otro dolor, emocional, que corresponde al Jefe de Enfermería, hierático y silente, pero que nos da algunas pistas de su situación hasta llegar al clímax final.
A simple vista, puede parecer que se trata del cortometraje más ortodoxo, lineal y narrativo de los realizados por Digital 104 hasta la fecha, sin embargo, a lo largo de su metraje se edifica como todo lo contrario. A partir de un mínimo McGuffin (la enfermedad de la protagonista y una venganza), Jonay García nos presenta un cortometraje sensitivo, cuyo propósito es arrastrar al espectador, principalmente, a través del sonido, hasta un estado de profunda incomodidad y ansiedad. La conjunción de los gritos de dolor de Adriana, los efectos de sonido, la partitura minimalista de Pascal Gaigne y el contraste con la música infantil que nos llega desde el televisor van generando una atmósfera cada vez más irrespirable. A esto hay que sumar una planificación desnuda, basada en los planos cortos, con insertos que ponen de manifiesto el dolor físico de Adriana.
El hallazgo de Jonay García radica en prolongar esta situación al máximo, exprimiendo y poniendo a prueba la capacidad de aguante del espectador. Este puede no entender exactamente qué es lo que está sucediendo en pantalla, ya que en todo momento se evita dar explicaciones que alivien su desconcierto, pero lo asimila emocionalmente a través de esos estímulos sonoros y visuales que le obliga a soportar el director. Todo este sufrimiento contenido y acumulado por los dos protagonistas erupciona de manera violenta e incontenible, ofreciendo una nueva muestra de espanto al espectador, pero al mismo tiempo, sirviéndole de válvula de escape ante la tensión generada a lo largo del metraje.
VASOS COMUNICANTES.
“El Círculo” y “Veneno” demuestran una vez más el interés de Digital 104 por un cine basado más en la plástica que en lo literario, de silencios y subtextos que prescinden de cualquier subrayado aclaratorio o explicativo, abogando por generar la reflexión en el espectador al salir de la sala. Dentro de esta vocación, existen propuestas más accesibles y enternecedoras, como es el caso de “El Círculo”, y otras más experimentales y descarnadas, como “Veneno”, pero ambas unificadas por una filosofía artística de base coherente y bien definida que las avala.