DEL COTTON CLUB AL KODAK THEATRE. ACTRICES NEGRAS EN HOLLYWOOD

INTRODUCCIÓN

El racismo en Hollywood es algo que indudablemente ya estaba presente en los orígenes del cine, donde los personajes negros eran interpretados por actores blancos con la cara pintada, pero que aún hoy en día sigue perdurando, por mucho que la industria quiera dar una imagen diferente. Si a esto añadimos además otro componente segregador como es el sexismo, nos encontramos que las actrices negras no lo han tenido nada fácil para conseguir hacerse un hueco en la Meca del cine.

El fallecimiento el pasado domingo 9 de mayo de la cantante y actriz Lena Horne nos lleva a hacer un repaso a diferentes figuras femeninas de raza negra que han conseguido de alguna u otra manera conseguir que su nombre supere estas barreras discriminatorias.

AÑOS 30 – 50. PIONERAS

 

Las primeras oportunidades que tuvieron estas actrices de introducirse en la industria fue en la década de los años 30 gracias al género del musical. Se trataba de una época en la que fenómenos sociales como el Cotton Club (donde los artistas negros podían actuar, aunque no estaba abierto para que entraran como clientes) hizo que la música negra se pusiera de moda entre los blancos. Así algunas cantantes que habían logrado hacerse un nombre sobre los escenarios, fueron reclamadas por Hollywood para hacer apariciones puntuales en algunos números musicales de películas. Esto, como veremos, es una constante que llega hasta nuestros días, de manera que muchas actrices negras que están triunfando en la actualidad en el cine, previamente han iniciado su carrera en el mundo de la canción.

Una de las pioneras sería Etta Moten Barnett, a quien se pudo ver en títulos como “Volando hacia Rio de Janeiro”, junto a incipientes estrellas del género musical como Fred Astaire y Ginger Rogers. Otro título destacado fue también “Una cabaña en el Cielo”, una película de 1943 dirigida por Vincente Minnelli y que estaba protagonizada por un reparto íntegramente formado por actores negros.

En “Una cabaña en el Cielo” aparecieron algunos rostros femeninos que ayudaron a ir creando esa creciente presencia de actrices negras en Hollywood. Una de ellas fue también Ethel Waters, quien tuvo una destacada trayectoria dramática posterior en títulos como “Pinky” de Elia Kazan o la adaptación de la novela de William Faulkner, “El Ruido y la Furia”. Otro ejemplo fue la recién fallecida Lena Horne, sin duda una de las grandes voces del musical clásico, quien combatió esta discriminación hasta convertirse en la primera actriz afroamericana en conseguir un contrato permanente en la Metro Goldwyn Mayer. A pesar de ello, su carrera en el cine no fue especialmente amplia (se dedicó más al mundo de la música), y además de en “Una Cabaña en el Cielo” se la pudo ver en títulos como “Stormy Weather”, “Show Boat, o, años más tarde, en “El Mago”, junto a Diana Ross y Michael Jackson.

Uno de los hitos de este Hollywood dorado fue el Oscar como actriz secundaria a Hattie McDaniel por su papel de Mami en “Lo que el Viento se Llevó”. A pesar de que a la actriz no se le permitió sentarse con los blancos, éste fue un momento histórico que desgraciadamente no volvió a repetirse hasta 1990. Junto a ella se encontraba también Butterfly McQueen en el papel de Prissy, quien ese mismo año tuvo una aparición fugaz en “Mujeres” de George Cuckor, apareciendo posteriormente en títulos como la ya mencionada “Una Cabaña en el Cielo” o “Duelo al Sol”.

Pero si alguna actriz debe ser destacada como una de las primeras estrellas negras de Hollywood, esa es Dorothy Dandridge. Dandridge debutó en la gran pantalla en la cinta “Un Día en las Carreras”, de los hermanos Marx, pero su periodo de esplendor le llegó gracias a su vinculación con el director Otto Preminger, quien le dio el papel protagonista del musical “Carmen Jones”, por el que fue nominada al Oscar. Preminger la volvió a dirigir cinco años más tarde en otro destacado musical “Porgy and Bess”. Desgraciadamente la vida de la actriz estuvo marcada por el racismo de la industria y nunca fue reconocida en su valía. Su figura fue homenajeada en 1999 con una adaptación de su vida para la televisión, que estuvo protagonizada por Halle Berry.

AÑOS 60 – 80. BLACK STAR SYSTEM

 

La lucha contra el racismo en la sociedad norteamericana empezó en los años 60, encabezado por figuras como Martin Luther King. En el cine y la televisión la cosa fue más lenta, aunque una referencia destacada sería el papel de Nichelle Nichols en la serie “Star Trek” a mediados de los 60. La tripulación interracial del Enterprise se convirtió en un ejemplo de integración para la sociedad, aunque la propia actriz sufrió discriminación racial dentro de la cadena de televisión. Fue el propio Martin Luther King quien la convenció para que no renunciara, indicándole la importancia de su personaje para la comunidad. Curiosamente, Nichols y William Shatner protagonizaron del primer beso interracial de la historia de la televisión Norteamericana (en el episodio titulado “Los Hijastros de Platón”, emitido en 1968), aunque en el momento del rodaje de la escena éste fuera trucado para que realmente los actores no tuvieran que juntar los labios.

Ya en los 70 llegó la llamada Blackxplotation, con el despegue de un nuevo star system formado por actores negros. Aquí destacó especialmente Pam Grier, quien en papeles como “Coxy” o “Foxy Brown”, interpretó personajes de gran fuerza y sensualidad. Otro nombre procedente de este movimiento fue Gloria Hendry, quien tras protagonizar en 1973 una de las películas clave de la Blackxplotation, “Black Caesar”, pasó a convertirse en la primera chica Bond negra de la historia en “Vivir y Deja Morir”.

Llegados ya a los 80 la integración de los actores negros en la industria empezó a ser más normalizada, destacando títulos como “El Color Púrpura”, donde se dieron a conocer Oprah Winfrey y Whoopi Goldberg. Posteriormente Winfrey pasó a convertirse principalmente en una de las más populares presentadoras de televisión en Estados Unidos, interviniendo de manera puntual en algunas películas como “Beloved”, mientras que Goldberg pasó a distinguirse más por papeles cómicos en títulos como “Jumpin’ Jack Flash”, hasta que en 1990 se convirtió en la segunda actriz negra en ganar un Oscar gracias a su papel en “Ghost”, 61 años después de Hattie McDaniel. En 2002 esta actriz volvió a hacer historia al presentar la gala de los Oscars, siendo hasta la fecha la primera y única actriz negra que ha ejercido labores de maestra de ceremonias de este evento.

AÑOS 90. AÚN LUCHANDO POR LA INTEGRACIÓN

 

Los 90 sería también la época de actrices como Angela Basset o Alfre Woodard. Tras participar en títulos como “Los Chicos del Barrio” o “Malcolm X”, Basset alcanzó la fama gracias a su interpretación de Tina Turner en “Tina”, papel gracias al que obtuvo una nominación a los Oscars. A continuación participó en varios títulos comerciales dirigidos principalmente a la comunidad negra, como “Esperando un Respiro” o “Cómo Stella Recuperó la Marcha”. Desgraciadamente, su fama fue efímera, siendo relegada a papeles secundarios cada vez con menos entidad. Por otro lado, Alfre Woodard destacó principalmente en producciones independientes como “Passion Fish” de John Sayles o “Crooklyn” de Spike Lee, obteniendo también un papel destacado en “Grand Canyon” de Lawrence Kasdan, junto a Kevin Kline, Danny Glover, Mary McDonell y Steve Martin. Hace un par de años, vio su popularidad incrementada gracias a su papel en la serie de televisión “Mujeres Desesperadas”, pero al igual que Bassett, en la actualidad está más bien relegada a papeles secundarios en películas no especialmente destacadas.

Durante este periodo también encontramos la presencia de diferentes cantantes que probaron fortuna en el terreno del cine, como Tina Turner en “Mad Max III. Más Allá de la Cúpula de Trueno”, o Janet Jackson, en títulos como “Justicia Poética”. Sin embargo, quien logró mayor éxito fue Whitney Houston, cuyo papel en “El Guardaespaldas” no sólo le reportó un gran triunfo comercial, sino que elevó su caché como cantante gracias a su versión de la canción "I Will Always Love You". La actriz lo volvería a intentar con títulos como “Esperando el Respiro” y “La Mujer del Predicador”, pero ninguna de las dos obtuvo resultados tan satisfactorios.

 

SIGLO XXI. VISLUMBRANDO CIERTA ESPERANZA

 

Los 90 marcaron también el inicio de la carrera profesional de la actriz Halle Berry, aunque la fama le llegó más adelante, principalmente entre el año 2000 y el 2001, cuando consiguió combinar el éxito comercial de “X-Men” u “Operación Swordfish”, con su Oscar gracias a “Monster’s Ball”, convirtiéndose en la primera actriz negra en lograr este premio en la categoría de mejor actriz principal. Menos afortunada ha sido su trayectoria posterior, marcada por  fracasos como “Catwoman” o “Gothika”.

El nuevo milenio ha traído otros rostros a destacar, como, por ejemplo, Jada Pinkett Smith, quien es principalmente conocida por ser la mujer de Will Smith, pero que poco a poco se va abriendo un hueco en la industria, gracias especialmente a su participación en títulos comerciales como “Matrix Revolutions” o las dos partes de “Madagascar”. A pesar de tener a sus espaldas una dilatada carrera en cine y televisión que comenzó a principios de los 90, Sophie Okonedo tuvo que esperar a su papel en la cinta “Hotel Rwanda” (cinta por la que fue nominada a los Oscars) para llamar la atención de la industria. Posteriormente la hemos podido ver en títulos menos relevantes como “Aeon Flux” o “La Vida Secreta de las Abejas”.

 

Nuevamente, dentro de esta nueva generación tenemos que destacar la presencia de tres cantantes que cada vez más se están encaminando al mundo de la interpretación. En primer lugar Queen Latifah, quien tras algunos papeles en películas pequeñas, dio el salto gracias a su papel en el musical “Chicago”, por el que fue nominada a los Oscars. Posteriormente la hemos podido ver en títulos como “Más Extraño que la Ficción” o “Hairspray”. También Beyoncé Knowles parece estar más interesada en su carrera como actriz que como cantante. Tras papeles en títulos como “Autin Powers. Miembro de Oro” o “La Pantera Rosa”, tuvo su gran oportunidad con la adaptación del musical “Dreamgirls”. En esta película destacó también la debutante Jennifer Hudson, quien previamente había alcanzado cierta fama gracias a su participación en el concurso American Idols (el Operación Triunfo Estadounidense), sin embargo tras ganar el Oscar por su papel en esta película parece estar más interesada en seguir desarrollando su faceta de actriz, en películas como “Sexo en Nueva York” o “La Vida Secreta de las Abejas”. En la actualidad se encuentra preparando su primer papel como protagonista absoluta en “Winnie”, biopic de Winnie Mandela.

A principios de 2009, dos actrices desconocidas, Viola Davis y Taaraji Henson, vieron sus nombres situados junto al de otras grandes actrices de Hollywood al ser nominadas a los Oscars, en el apartado de Mejor Actriz de Reparto. En “La Duda”, Davis dio una lección de interpretación frente, nada más y nada menos, que Meryl Streep, mientras que Henson interpretaba a la madre adoptiva de Brad Pitt en “El Curioso Caso de Benjamin Button”. Desgraciadamente, la carrera de ninguna de las dos ha tenido mayor trascendencia. A Viola Davis la hemos podido ver de manera fugaz en “La Sombra del Poder” o, el pasado fin de semana, en “Un Ciudadano Ejemplar”, además de tener un personaje fijo en la serie de televisión “Los Estados Unidos de Tara”. Por su parte, Henson tiene también un papel en otro de los estrenos recientes, “Noche Loca”, y la veremos próximamente como la madre de Jaden Smith en el remake de “Karate Kid”.

Los dos últimos ejemplos los podemos encontrar en las dos protagonistas de “Precious”, Mo’Nique y Gaborey Sidibe. En este caso nos encontramos, en primer lugar, con una artista veterana, con amplia experiencia en televisión a través de su propio talk show, pero que hasta ese momento no había triunfado en el cine. El Oscar le puede abrir nuevas puertas en su carrera, aunque, al parecer, en su camino al éxito no se ha granjeado muchos amigos precisamente. En segundo lugar, un joven descubrimiento, una actriz con un físico muy determinado, ideal para interpretar el papel principal de la película, pero que seguramente le supondrá un inconveniente para el futuro de su carrera en una industria basada en las apariencias (completando así una tercera barrera de discriminación: raza, sexo y físico).

Estas dos actrices cierran de momento una tradición de intérpretes que han tenido que luchar para llegar al éxito, y cuyos logros no sólo sirven de inspiración para los miembros de su comunidad, sino para todas aquellas personas que se han visto desplazadas por culpa de su sexo o el color de su piel.