Desde que coincidieran en 2013 con “El último Superviviente”, Mark Wahlberg y Peter Berg han hecho buenas migas y ya han hecho juntos un total de cinco películas juntos. “Spenser Confidential” es la última hasta la fecha y ha entrado directamente en la programación de NETFLIX. Resulta llamativo que ambos hayan querido resucitar al personaje literario creado por Robert B. Parker en 1973 y que ya inspiró una serie de televisión protagonizada por Robert Urich en la segunda mitad de la década de los 80.
Viendo la película, da la impresión de estar ante dos productos distintos, dependiendo de si la escena está pensada para el lucimiento de Mark Wahlberg o para el desarrollo de la historia, con resultados distintos dependiendo del caso. En el primer grupo podemos meter aquellos momentos en los que Wahlberg se mantiene en su zona de confort de personajes agresivos y de moral íntegra, aunque eso en ocasiones pueda llevarle al otro lado de la ley o incluso a quitarse la camisa y mostrar torso por “exigencias” del guion. El actor cumple y poco más, pasando de registros serios a paródicos sin demasiado filtro. En contraste con esto tenemos la presencia de secundarios como Winston Duke, Alan Arkin, Iliza Shlesinger o Bokeem Woodbine y los personajes que interpretan, que si bien se mueven en el terreno del arquetipo, sí nos resultan bastante mejor construidos que el héroe.
En el otro grupo, por lo tanto, tenemos todo aquellos que se desarrolla alrededor del protagonista. Bebiendo de la tradición hardcore del policiaco, la cinta cuenta con una narración seca y contundente por parte de Peter Berg y un interesante conjunto de personajes secundarios. Es ahí cuando nos damos cuenta de que no se trata de la típica comedia de acción a la que nos tiene acostumbrado el actor. El director se aleja de aquella época en la que imitaba a Michael Bay (¿recuerdan “Battleship” o aún están intentaod olvidarla?). “Spenser Confidential” no recurre a los montajes atropellados y la sucesión de explosiones y efectos visuales, si no que se ajusta a aquel actioner que cineastas como Walter Hill definieron en la década de los 80 (aunque el modelo siga siendo aún muy superior a este discípulo). En esto juega un papel fundamental un guion en el que recuperamos al escritor Brian Helgeland (“L.A. Confidential”, “Mystic River”), quien se desenvuelve con soltura en los ambientes criminales y le da a la historia el tono adecuado. Frente a algún que otro chiste simplón para lucimiento de Wahlberg, la cinta se caracteriza más por un humor cínico y afilado, y por una escenificación de la violencia sin cortapisas, con incluso alguna concesión al gore.
Como película “Spenser Confidential” mantiene el tipo y resulta entretenida, sobre todo por su carácter anacrónico y lo inesperado de la propuesta. Si la apuesta funciona y Berg y Wahlberg deciden seguir apostando por el personaje, esperamos que lo hagan para afinar asperezas y cumplir las ambiciones marcadas aquí, aunque mucho tememos que acabarán reforzando la parte más endeble y simplona de la película, que es, al fin y al cabo, su estrella.
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